Los alumnos vienen a los cursos a aprender fotografía. Pero hacen muchas más cosas.

Se ayudan entre ellos.

Descubren que el equipamiento no es lo más importante.

Adoptan cualquier postura para conseguir la foto

Disfrutan de la mejor gastronomia.

Consiguen que las cámaras funcionen solas.

No les importan los horarios.

Viajan a los sitios más guapos.

Hacen nuevas amistades.

Aprenden a posar frente a la cámara.

Exponen sus fotografías.

Participan en encuentros y actividades "extraescolares"

Aprenden a fotografiar a muy corta distancia.

Comparten momentos especiales.

Pero sobre todo, hacen muchas (y buenas) fotos

Y disfrutan del placer de la fotografía

Te apuntas?

continguts © Sebastià Torrenscreado en Bluekea